Encuentro de Hermanos religiosos en Roma

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“Siamo tutti Fratelli” (“Somos todos hermanos”) era el lema del encuentro de hermanos religiosos en la Casa General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas del 24 de Octubre. Más de 130 religiosos de 20 congregaciones masculinas celebraron su vocación durante el Año de la Vida Consagrada. Cuatro hermanos oblatos participaron en el evento: los hermanos Zygmunt WOLNIAK (Casa General); Silvio BERTOLINI (Senegal); Donato CIANCIULLO y Salvatore VITIELLO (Italia).

El tema del encuentro se basaba en los tres objetivos indicados por el Papa Francisco para el Año de la Vida Consagrada: “mirar al pasado con gratitud”; “vivir el presente con pasión”; “abrazar el futuro con esperanza”. A lo largo del día, cada congregación compartió algo específico de su propia vocación, después de visionar un video de actividades de distintos hermanos en los numerosos países en los que trabajan. En la introducción del video, el antiguo Superior General de los Dominicos, el P. Timothy Radcliffe, explicaba: “A menudo, los religiosos somos hombres y mujeres que nos llevan más allá de la Iglesia, más allá de nuestro mundo, pequeño y bien conocido. El Papa Francisco dice que tenemos que salir de la sacristía. Con frecuencia, son los religiosos los que lo hacen, ir a lugares en los que se desconoce el nombre de Jesús y allí descubrirlo.”

El encuentro resaltó que la vocación a hermano es genuina. No es una coincidencia que se haya concedido recientemente el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, uno de los principales premios concedidos en España a aquellos que sobresalen en el campo de los valores humanitarios, a la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios por su trabajo durante la epidemia de Ébola en África, epidemia que mató a 18 hermanos y colaboradores, además de por su trabajo con refugiados.

El grupo de hermanos que organizó el encuentro afirmaba: “Aunque la vocación a ser hermano está disminuyendo en número total de miembros, sin embargo, está cada vez más extendida en el mundo y continúa siendo necesaria como icono de igualdad y de servicio en un mundo dividido, desigual y con tantos pobres.”