Padre Salvador Gonzalez, OMI: “Adicciones Escondidas.”

Originalmente publicado en el Mensajero para los lectores de lengua español e inglés en la diócesis de Belleville.  

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Padre Salvador Gonzalez, OMI

La definición de una adicción es una dependencia a sustancias o un comportamiento que controla a una persona. Alguna vez ha oído el dicho, “caras vemos pero corazones no sabemos”? Este dicho es una verdad si lo aplicamos a las muchas personas que padecen de adicciones.  Digo padecen porque la adicción es una enfermedad que se puede superar.

Las adicciones se pueden dividir en dos grupos:

1) adicciones a sustancias (tabaco, alcohol, drogas, comida y más)

2) adicciones de comportamiento (sexo, comida, juegos de azar, mentiras, compras, Internet)

Al comienzo de una adicción la persona cree que se puede controlar. Las adicciones son progresivas y con el tiempo la severidad de la adicción aumenta hasta que eventualmente destruye ala la persona.  Sólo es una cuestión de tiempo para que la adicción venga a controlar y esclavizar al individuo.

Una persona puede convertirse en adicto por varios factores:

No quiere o puede enfrentar la realidad de su vida y usa la adicción para escaparse del mundo.

Depende de la adicción para sentirse motivado.

La adicción le sirve para tratar de disminuir el stress en su vida.

El adicto experimenta remordimiento por algo del pasado. Este dolor no resuelto le lleva a usar la adicción para auto-castigarse y sentir dolor.

Tiene una necesidad emocional o espiritual que está tratando de saciar

Con la buena voluntad y poniendo la confianza en Dios que puede hacer por nosotros lo que solos no podemos hacer podemos salir del ciclo vicioso de la adición.  Si usted conoce o usted mismo  tiene una adicción puede ser de ayuda al hacer lo siguiente:

*          Recuerde que la adicción le está controlando y usted ha perdido el poder de controlar la adicción.

*          Recuérdele que no hay nada oculto ante Dios y que Dios ya sabe de la adicción.

Salmo 139:3-4: Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh señor tú la sabes toda.

*          El adicto debe identificar cuáles son los factores que le conducen a la adicción como por ejemplo el stress o un dolor emocional

*          Sin ayuda la situación del adicto sólo empeorará por lo cual motívele a que busque la ayuda de un sacerdote, un consejero o un profesional en el tema de la adicción.

*          Sobre todo motive al adicto para que oren juntos. Recuérdele que Dios le ama y que le quiere perdonar, romper la adicción y re-establecer al adicto a una vida llena, libre y feliz.

Ezequiel 18:21-22: Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá.

Juan 3:17-18: Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado.

 

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  2. Letter of the Superior General to the Congregation for February 17, 2016 – OMIUSA

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