Revivir, Encarnar y Reproducir la Herencia OMI

Centro Internacional Eugenio de Mazenod

Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG

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El Hermano Felix Bwalya NYAMBE, un oblato escolástico de Zambia, ahora en la Casa de Estudios George Sexton de San Antonio, Texas, escribe sobre su experiencia de vida oblata en la casa donde fueron fundados los Oblatos en 1816.

Cada año, los escolásticos oblatos de las casas internacionales de formación de Roma, Polonia, Italia y EE.UU., se reúnen para participar en una experiencia de verano en Aix-en-Provence, Francia. Aix es la cuna de los Misioneros Oblatos, la “Tierra Santa de los Oblatos” como a menudo se dice.

La experiencia de Aix para escolásticos permite a los jóvenes en formación ver, sentir y dejar que los orígenes de los Oblatos toque su corazón, en particular la vida de S. Eugenio de Mazenod y de sus primeros compañeros. La experiencia invita a los escolásticos a dejar que S. Eugenio les hable en cada acontecimiento y encuentro. Así, la experiencia de Aix es la más enriquecedora de todas las experiencias oblatas ya que abarca y celebra la gran riqueza de la vida oblata.

Participó el Asistente general para la formación, el P. Cornelius NGOKA. En su homilía, durante la celebración de la eucaristía, el P. Cornelius invitó a los escolásticos a ser portadores ellos también de la herencia oblata en la próxima generación. La herencia oblata puede ser vivida mediante la caridad y el celo por las almas; la comunidad y la misión.

En mi opinión, esta invitación a revivir, encarnar y reproducir la Herencia Oblata puede hacerse extensiva a todos los Oblatos, especialmente durante la celebración del “Año de las Vocaciones Oblatas”. Conducidos por el Espíritu Santo, respondiendo a los signos de los tiempos, “¡La Iglesia cuenta con nosotros para responder a las necesidades de los pobres de hoy y “escribir nuevas páginas” en la historia de la evangelización!” (Carta del P. Louis LOUGEN, Superior general, para el “Año de las Vocaciones Oblatas”). Así que cada oblato tiene la responsabilidad de vivir y compartir la herencia OMI.

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