Oraison: Octubre 2019

Les invitamos a formar parte de esta práctica de Oraison  el domingo, 20 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones.

 

El Domingo Mundial de las Misiones del 1975 fue la fecha en la cual Pablo VI beatificó a San Eugenio de Mazenod, reconociendo las obras de Dios en Eugenio y en el carisma y la espiritualidad que el dejó a su familia religiosa misionera.

Con San Eugenio, quien dedicó su vida a traer la salvación de Jesucristo a todos los pueblos, les invitamos a separar un tiempo en este día para entrar en comunión de oración con toda la Familia Mazenodiana.

 

 

 

 

Textos que puedan ser de ayuda.

Marcos 6: 34 – 37

Al desembarcar, Jesús vio toda aquella gente, y sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles largamente. Se había hecho tarde. Los discípulos se le acercaron y le dijeron: “Estamos en un lugar despoblado y ya se ha hecho tarde; despide a la gente para que vayan a las aldeas y a los pueblos más cercanos y se compren algo de comer.” Jesús les contestó: “Denles ustedes de comer.”

Eugenio, a la edad de 26, respondió a la invitación a darle de comer a los más abandonados con el Evangelio:

Lo que el Señor quiere de mí es renunciar a un mundo en el que es casi imposible salvarse, dada la apostasía reinante, que me entregue más especialmente a su servicio con el fin de reavivar la fe que se extingue entre los pobres. En una palabra, que me disponga a cumplir toda orden que me dé para su gloria y para la salvación de las almas que ha rescatado con su preciosa sangre.

El Papa Palo Vi en su homilía de beatificación (19 de octubre 1975):

Primero, diremos a los hijos del Padre de Mazenod, a los miembros de su familia…sean muy orgullosos, ¡exulten de gozo! ¡Tenía una pasión por Jesucristo y amó incondicionalmente a la Iglesia! Luego de la Revolución Francesa, la Providencia haría de él un pionero de renovación pastoral…                                                                                                                                                                            Desde el 1841, los Oblatos de María embarcaron a los cinco continentes y fueron a los confines de las tierras inhabitadas. Nuestro predecesor, Pío XI, diría de ellos: “¡Son especialistas en misiones difíciles!”  ¡Y el Padre de Mazenod quería que ellos fueran religiosos perfectos! Este Pastor y Fundador, un testigo autentico del Espíritu Santo, envía a todos los bautizados, a todos los apóstoles de hoy un recordatorio imperativo: ¡Déjense invadir por el fuego del Pentecostés y conocerán el entusiasmo misionero!

1 Juan 1: 1-2

Aquí tienen lo que era desde el principio, lo que hemos oído, y lo hemos visto con nuestros ojos, y palpado con nuestras manos, -me refiero a la Palabra que es vida. Porque la vida se dio a conocer, hemos visto la Vida eterna y hablamos de ella, y se la anunciamos, -aquella que estaba con el Padre y que se nos dio a conocer.

[Como recurso adicional, recomendamos esta reflexión en el sitio de Internet de OMIWORLD:

https://www.omiworld.org/es/2019/09/29/el-misionero-oblato-hombre-de-accion-y-contemplacion/]